domingo, 29 de noviembre de 2009

MEMORIA EN BLANCO

("Mano escondida" Pintura de Domingo Barreres)
Cuando todo comenzó, Gabriel aún vestía trajes de colores oscuros, casi negros. Sus negocios iban viento en popa. Nadie lo podía parar. Era como un adivino con una bola de cristal. Todo lo veía, lo sabía: pasado y futuro (o eso creía). Su red de contactos tendía al infinito y volvía a él. Su armario crecía paralelo al de sus contactos aunque sus contactos neuronales seguían una progresión completamente inversa.
Aquel día abrió el armario. Era una caja de colores por estrenar pero sólo vio ese traje blanco. Una evocadora imagen se plantó en su cerebro: el día de su Primera Comunión y su amigo Ángel con la gallina Petra que le regaló. Petra llegó a ser el logo de su empresa.
Desde entonces sólo vistió ese traje blanco. Su vida se estaba quedando en blanco, todo aquello que había pertenecido a su materia gris se desteñía.
Sólo una vez, en el hospital, se encontró con Ángel. Se penetraron con la mirada y ambos recuperaron ese punto de partida que no les llevaría ya a ninguna parte.
Lala Escrivá

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