domingo, 18 de mayo de 2008

Amor no correspondido

Es primavera y luce el sol. La tierra exultante de vida, llena de aromas y colores todo mi entorno; pero yo estoy triste y no participo en esta fiesta de la naturaleza.
Mi corazón quisiera amar pero no lo consigue, él, en cambio, derrocha felicidad y me colma de cariño.
Su nombre es Adán, tenemos la misma edad y desde que nos conocimos no nos hemos separado. Nuestros gustos son afines, reímos juntos y compartimos muchas cosas.
Hay tan solo una cosa que nos separa y crea frecuentes discusiones y desavenencias.
Esta es mi extremada afición a una fruta, que él no comparte, pues le repugna.
No podré corresponder a su amor hasta que juntos disfrutemos comiendo a la vez una manzana.
Y lo voy a intentar, poniendo en juego todos mis encantos.


Eva

Maria Dolores Tatay