miércoles, 23 de enero de 2008

PARA SALIR DE UNA DEPRESIÓN
de Jesús Javier Juárez

A Iván

Si cuando nos trajeron a este mundo, llamado vida, no traíamos adjunto un libro de instrucciones o el que venía no incluye el apartado “Depresión: cómo librarnos de ella”, deberemos echar mano de nuestra imaginación más optimista. Aquí pongo la mía al servicio del lector.
Yo recomiendo situarse delante de un espejo en el que nos reflejemos de cuerpo entero. Lo siguiente será desnudarse ante nuestro propio reflejo mientras de fondo hemos hecho que sonara una canción divertida. El objetivo es sentirse ridículo al mismo tiempo que se olvidan los motivos básicos de nuestra triste decadencia. Una canción como “Macho Man” puede ayudar si al mismo tiempo se realizan movimientos espasmódicos o de pésimo escándalo, intentando hacer como si se bailase.
Tanto si logramos reírnos de nosotros mismos como si no, el siguiente paso es inflarse a comer chocolate.
Pero ahora en serio. Al mirarte al espejo céntrate en la parte de tu cuerpo desde la que veas cerca tu alma; asómate a tus ojos. Pregúntate. ¿Qué es lo que ves? No dudes de ti. Si ves a un niño sonriendo y lo asemejas a tu rostro de infante, ese niño sigues siendo tú. Amigo, eso significaría que ya estás saliendo de tu depresión, y aclaro que para salir debiste preciso antes haber entrado y haber pasado por ese pasillo oscuro y cuesta abajo. Empieza subiendo el primer peldaño de la escalera que ya asoma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario