lunes, 7 de febrero de 2011

DE VENTA EN FARMACIAS

Se lo aconsejó una amiga cuando le confió su problema —chica no me acuerdo de nada—

—Haz como yo, come rabitos de pasa y verás como pronto mejoras. Yo no soy la misma desde que los tomo.

En la radio, después de las noticias, una cuña publicitaria repetía diariamente con insistencia —No sabes dónde pusiste las llaves del coche, toma “The Remory”.¡The Remory! Te olvidaste de ir a recoger a tus nietos al colegio, The Remory” tiene la solución. De venta en farmacias, consulta con tu farmacéutico.

Mercedes había probado infinidad de maneras para afianzar su memoria, sin resultado visible, pero lo ocurrido el viernes por la mañana, antes de salir a comprar el pan, batía todos los records.

Llevaba la cartera en la mano y cuando se dirigía hacia la puerta, sonó el teléfono. Era su hija, le anunciaba que iría a comer con ella después del trabajo. Casi siempre le avisaba la noche anterior y tenía tiempo de pensar el menú con antelación, pero esta vez, así de repente, recordó que guardaba en el congelador los ingredientes para preparar una paella para dos. Abrió la puerta del electrodoméstico y extrajo el recipiente adecuado. De regreso al salón observó que su planta preferida estaba sedienta. Volvió a la cocina y cogió la regadera llena de agua, repartiendo su contenido con abundancia, al tiempo que colocaba en orden los cojines del sofá.

Cuando ya estaba todo listo y dispuesta para salir, se dio cuenta que en sus manos no figuraba la cartera Desanduvo el recorrido, buscándola presa del nerviosismo, sin resultado favorable, a pesar de que incluso rezó tres padres nuestros a san Antonio de Padua para que la ayudara en su búsqueda. Resultado negativo.

La siguiente semana, guiada por su inocencia, se la pasó comiendo rabitos de pasa, todas las mañanas en el desayuno, después de las pastillas para la tensión. Y transcurridos siete días, consiguió sus frutos. La cartera apareció. ¿Dónde?

Se la encontró muy fresquita, dentro del congelador cuando se dispuso a extraer una nueva fiambrera de pre-cocinados.

Lola Júdez López

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