martes, 20 de enero de 2009

LOS OJOS DE UN NIÑO

Esta noche es noche, es la noche mágica, noche de Reyes. La magia de esta noche reside principalmente en la mirada de los pequeños en busca de una ilusión, y es la profundidad de esos ojos juguetones que envuelve y quema nuestro mundo que parecía gastado y feo.

Sí, ¿por qué no es la navidad nacer de nuevo y cargar de poesía lo obvio, lo sencillo, lo que no ven nuestras miradas que envejecen? Una mirada a esos ojos tan abiertos y transparentes nos encandila y te das cuenta que debemos impedir a toda costa que la rutina y la costumbre se adhieran como piel gastada, como pátina gris a la vida, acumulando resentimiento y tedio sobre cada día regalado.

Nuestro objetivo final debe ser que nuestros ojos brillen de asombro hasta el final y que incluso la muerte se sorprenda de esa mirada, con la que sale a recibir a sus Reyes el niño sabio e inocente que no da nada por hecho.

Iván Parra Ampuero

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